PLAZAS Y PARQUES DE SIGÜENZA

PLAZAS Y PARQUES DE SIGÜENZA

Pasear por las plazas y parques de Sigüenza es una experiencia que conecta al visitante con la historia viva de esta ciudad medieval. Cada espacio verde, cada plazuela adoquinada y cada fuente es un vestigio del pasado, cuidadosamente conservado, que invita al descanso, la contemplación y la fotografía. Tanto si te interesa la arquitectura histórica como si simplemente deseas recorrer zonas llenas de encanto, Sigüenza te ofrece lugares llenos de vida, como la Plazuela de la Cárcel, el Parque de la Alameda, el barrio barroco de San Roque y la singular Plaza de las ocho esquinas. Acompáñanos en esta ruta por algunos de los rincones más acogedores y representativos de la ciudad.

1. Plazuela de la Cárcel

Considerada en su día la antigua Plaza Mayor de la ciudad, la Plazuela de la Cárcel es uno de los lugares con más carácter del casco antiguo. Aquí se celebraron los primeros mercados semanales, y el edificio de la cárcel pública marcó su impronta en el nombre que conserva hasta hoy.

Presidiendo la plaza se encuentra la primera Casa Consistorial del siglo XV, construida en mampostería y piedra arenisca. En su fachada destacan arcos de medio punto y escudos heráldicos: el de los Reyes Católicos en el centro, el del Obispo D. Bernardino López de Carvajal a la izquierda y el de la ciudad a la derecha. Adosada al edificio se encuentra la Torrecilla del siglo XVI, que en su momento albergó el archivo municipal. A su espalda, la calle de San Juan nos conduce directamente al Castillo de Sigüenza, actual Parador de Turismo, coronando así uno de los paseos más sugerentes de la ciudad.

2. Parque de la Alameda

El Parque de la Alameda de Sigüenza es uno de los espacios más queridos tanto por los seguntinos como por los visitantes. Diseñado en 1804 bajo el mandato del Obispo Pedro Inocencio Vejarano, responde a una cuidada ordenación neoclásica, con calles amplias, setos recortados, puertas monumentales y detalles arquitectónicos de gran valor simbólico.

Antiguamente poblado por majestuosos olmos centenarios, la grafiosis obligó a su sustitución por tilos y castaños de Indias, que hoy ofrecen su sombra generosa como aquellos árboles que fueron. En el corazón del parque destaca una vistosa fuente, punto de encuentro y descanso. Desde allí, la vista se abre hacia la Catedral de Sigüenza y hacia la iglesia de Nuestra Señora de los Huertos, acompañada por el convento de las Hermanas Clarisas.

Un detalle singular es el arco barroco con el escudo del obispo Vejarano y la inscripción que recuerda la finalidad del parque: ser un lugar de solaz para los más humildes y ornamento de la ciudad. No faltan en su recorrido las cuatro pirámides de piedra rematadas con granadas, símbolo de los orígenes granadinos del obispo.

La Alameda de Sigüenza ha sido también lugar de inspiración y descanso para figuras como Emilia Pardo Bazán, Galdós, Ortega y Gasset o Cela. Incluso el conde de Romanones celebraba aquí sus reuniones con ministros, en el conocido banco verde.

3. Plazuela de las Cruces

Situada en pleno barrio barroco de San Roque, la Plazuela de las Cruces se abre como un espacio tranquilo y simbólico. En su centro se alza un calvario barroco formado por tres cruces de piedra, que señalan el final del tradicional rosario que recorre el Paseo de las Cruces.

A un lado, encontramos la ermita de San Roque, construida en el siglo XIX en estilo barroco-neoclásico. Su portada, enmarcada por un arco de medio punto y coronada por un frontón triangular, se ha adaptado hoy a nuevos usos como sala de audiciones y exposiciones.

Este barrio surgió en 1777 por iniciativa del Obispo Díaz de la Guerra, quien quiso ampliar la ciudad de acuerdo con los ideales de la Ilustración. Encargó las obras a los arquitectos Juan Antonio Díez Ramos y Luis Bernasconi. La ordenación inicial contemplaba 42 casas de dos plantas, balcones corridos y una estructura armónica y racional.En este entorno destacan dos rincones llenos de personalidad: el Callejón de los Infantes, con su arquitectura noble, y la peculiar Plaza de las ocho esquinas, que refleja el equilibrio entre sencillez urbana y señorío castellano

4. Plaza de las ocho esquinas

Situada en la confluencia de las calles San Roque y Medina (también conocida como Serrano Sanz), la Plaza de las ocho esquinas es una rareza arquitectónica que llama la atención por su simetría y elegancia.

Las esquinas de los edificios que delimitan su perímetro están rematadas con sillería, lo que aporta al conjunto un aire noble, austero y muy propio del urbanismo del Siglo de las Luces. Esta plaza representa el broche perfecto para una visita por los barrios más representativos de la ciudad.


Si estás planificando tu escapada, tómate el tiempo de recorrer sus plazas con calma, sentarte en sus bancos, escuchar el murmullo de sus fuentes y dejarte llevar por la belleza de lo sencillo. Y por supuesto, no te olvides de llenar el estómago con los mejores platos de Asador Medieval. Sigüenza no solo se visita, se vive.

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